Hablar de Hans Zimmer es hablar de uno de los compositores de bandas sonoras más grandes del último medio siglo. Casi cualquier película de la que recordemos su banda sonora, se la podemos atribuir a él. Desde Rainman o Paseando a Miss Daisy hasta Origen, pasando por clásicos atemporales como La Roca o El Príncipe de Egipto, el creador alemán no ha parado de ser un actor más de tantísimos filmes que han pasado a la historia.
El tema que hoy nos ocupa es Millenium, pieza compuesta para el documental de 1992 que llevó por nombre Millenium: Tribal Wisdom and the Modern World. Usado como música de cierre para el segundo programa (Casas Encantadas), es la segunda música del misterio. Es la segunda música de Milenio 3. Pero antes de entrar en el corte en sí, vamos a conocer un poco mejor al autor: conozcamos al maestro Hans Zimmer.
Hans Zimmer: la persona tras el mito
Nacido el 12 de septiembre de 1957, el compositor Hans Zimmer caracteriza sus obras por integrar a la perfección la música electrónica y los arreglos sinfónicos. A lo largo de su extensa y prolífica carrera ha ganado Globos de Oro, BAFTA, Emmy, Grammy y dos Oscar de la Academia por El Rey León y Dune; a lo que hay que agregarle hasta diez nominaciones a la estatuilla.
Aunque no se considera un músico de carrera como tal, si que es cierto que, de pequeño, recibió clases de piano; trasladando su residencia a Londres entrando a trabajar con Stanley Myers, su mentor e introductor en el mundillo. Zimmer entró en la década de los ochenta sumergiéndose en el synthpop y new wave, formando el grupo The Camera Club junto a Bruce Woolley, de The Buggles, Thomas Dolby, Warren Cann (batería de Ultravox) y Zaine Griff. Como curiosidad de la época, acompañó a Mecano en un concierto en Segovia en 1984, colaborando con Nacho Cano en la producción del tema «¿Dónde está el país de las hadas?».
En 2012, tras los trágicos sucesos de Aurora, Denver, donde murieron 12 personas, al asaltar un cine un perturbado durante la emisión de «The Dark Night Rises», la película que da cierre a la trilogía de Christopher Nolan sobre Batman, Hans Zimmer puso en sus redes sociales una canción homónima del lugar donde sucede el atentado. Dicha canción aún se puede oír en la página web del creador. Este tema se usó para recaudar fondos para las familias de los afectados por el suceso.
Millenium: Tribal Wisdom and the Modern World
Esta serie documental, estrenada en 1992, tuvo diez episodios de una hora de duración, donde se daban a conocer los modos de vida y la visión del mundo en su transición desde sociedades no tecnológicas hasta su acomodación al mundo moderno. Exploró los valores y los diferentes puntos de vista de muchas sociedades tribales, y nos legó enseñanzas acerca sobre cosas que el mundo moderno debería aprender de las sociedades tribales: armonía con la naturaleza y con el prójimo, humildad, tolerancia y sentimiento de pertenencia al género humano.
La filmación duró casi diez años, y recoge testimonios en primera persona, reflexiones filosóficas, dramatizaciones y, por supuesto, documental tradicional. Cada capítulo explora, desde un tema central, una perspectiva más amplia de lo que significa ser humano a través de las historias personales narradas, observadas e interpretadas, con el prisma tanto del mundo tradicional, como desde el mundo no-tecnológico.
El documental fue ideado por Richard Meech y producido por él mismo, acompañado de Michael Grant. A principios de la década de los 80 formaron un equipo de antropólogos y cineastas para llevar acabo el proyecto, entre quien se encontraba David Maybury-Lewis, uno de los antropólogos más reconocidos y reputados de las últimas décadas.
Y, por supuesto, se contó con la música de Hans Zimmer, que fue quién creo el tema principal, que es el que nos ocupa para este artículo.
Millenium, música de cierre, música eterna
La segunda canción que traemos a la web (tras la mitiquísima The Dragon, de Vangelis), la segunda que se escucha en Milenio 3 y que sirve de cierre para el programa es una música muy melódica, suave y sugerente. La composición, basada en los sonidos de instrumentos de viento (flautas y flautas traveseras), nos traslada perfectamente al mundo que nos quiere narrar la serie documental.
Por su parte, el uso de los instrumentos de percusión de fondo, nos dan ese aire de pertenencia a una comunidad; a sentarnos en torno a la hoguera mientras nuestra tribu, nuestra comunidad, se prepara para crear un ambiente propicio para la transmisión de nuestros valores. De nuestra identidad. De lo que nos construye como humanos.
En global, la electrónica y lo synth quedan relegados en este tema de Hans a un segundo plano. Podríamos decir que estamos en un momento bisagra del creador germano; aunque falta tiempo para que alcance su cénit. No obstante, consigue con Millenium el efecto buscado; el sentimiento ecuménico, abrazarnos con las notas; trasladarnos a nuestro yo ancestral. En definitiva, nos sienta a la hoguera y nos prepara para comprender nuestro entorno. Sabernos parte de algo.
Personalmente, me hace feliz
Como valoración personal, he de decir que no puedo ser objetivo con Hans Zimmer. Es, seguramente, junto a John Williams, mi creador de mundos sonoros favoritos de siempre; su música siempre ha estado conmigo desde mi nacimiento, en mis mejores y peores momentos. Con Millenium, una vez más y nunca mejor dicho, da en la tecla.
Es empezar a escucharla y tener que parar lo que estoy haciendo e, inmediatamente, cerrar los ojos; dejarme mecer suavemente por la melodía y transportarme a otras latitudes. Más tranquilas quizás. Más calmadas seguros. Es, como digo al principio del artículo una música que evoca; que te hace pensar en otros tiempos y que ayuda, sin duda, a la introspección y el autoconocimiento.
Por otra parte es una música que inspira, da la impresión de que es la propia Euterpe quién, con las notas de su flauta, nos invita a conocernos mejor; a dar lo mejor de nuestra parte. En definitiva, a ser mejores seres humanos. Escuchar las notas y la melodía de Millenium en un ambiente propicio (probad a hacerlo haciendo senderismo al caer la tarde), nos inspira a reflexionar sobre quiénes somos. A reconectar la naturaleza que pervive dormida en nuestro interior; a ser uno y ser todos. Ser, en última instancia.
Y digo que me hace feliz porque es así; es inevitable sonreír tras oírla y no puedo remediar el sentirme mejor tras escucharla. Parece que hasta el día tiene más luz. Así me hace sentir; así me gusta transmitirlo.
Suena un poco raruna esta canción que has compartido al final. Seguiré investigando sobre este compositor. Gracias por el post!
@Ínsula Barataria
Sí que es cierto que al compartirse solo 30 segundos de la canción suena un poco deslavazada. Hans Zimmer es tremendo autor, te lo recomiendo encarecidamente. ¡Gracias a ti por comentar!