La década de los 90 del siglo XX supusieron un cambio radical para España. Desde la EXPO de Sevilla y los JJ.OO. de Barcelona pasando por un crecimiento económico casi sin parangón, modelaron la imagen de país aún lastrado por un pasado oscuro que ponía rumbo a un futuro brillante. Y, como dicen los que saben, los periodos de cambio suelen ser traumáticos, y propensos a vivir situaciones que viven en la frontera de ese cambio. Fue también, para el mundo del misterio, una década de cambio radical pero, por desgracia, a peor. Era la época de los charlatanes, los vende-humos y los que consideraban el misterio como una suerte de circo donde ejecutar sus payasadas. Fue en este marco temporal donde tuvo lugar el celebérrimo Caso Vallecas, caso cumbre del misterio español y que, treinta años después, aún arrastra grandes polémicas; largas luces y sombras.
Porque desde 1992 hasta cuando estoy escribiendo estas líneas, en 2023, han pasado más de tres décadas y una infinidad de situaciones, momentos e investigaciones. Y es por ello que estamos ante un caso de una complejidad extrema, con mil aristas a valorar y donde, mediante este artículo, procederé a exponer los hechos y las situaciones merced a la documentación a la que he podido acceder (y que es accesible para todo el mundo) e intentaré ser, en la medida de lo posible, lo más aséptico posible.
El Caso Vallecas: hijo de su tiempo
Si nos atenemos a los hechos en sí, o al menos a los que se han hecho públicos, toda la historia nace con una desgraciada protagonista: Estefanía Gutiérrez Lázaro que, en compañía de unas amigas, decide realizar una ouija con una motivación: ponerse en contacto con el novio de una de las muchachas, que había fallecido en un accidente de moto. Como en todo caso que se proceda a analizar, hay que tener en cuenta, siempre, el marco temporal en el que suceden los hechos. En el año 1991, fecha de los sucesos narrados, la década de los 80 fue un hito en cuanto al periodismo de misterio se refiere. Desde el Doctor Jiménez del Oso hasta Roberto Alés, en aquellos momentos el misterio, lo oculto y lo paranormal era una tendencia creciente.
Era muy sencillo encontrar un tablero de ouija en casi cualquier «todo a 100» (si el recuerdo no me traiciona, llegué a verlos, ya bien entrados los años 90) por lo que, como podremos imaginar, era también muy simple (y habitual) que jóvenes de la época se reunieran para hacer estas sesiones de espiritismo, por llamarlos de alguna manera. Un entretenimiento que abre puertas mentales que, sea por la extrema concentración requerida, o sea por otro tipo de circunstancias que no conozcamos, quizá no podamos cerrar y de pie a otro tipo de circunstancias. Explicables médicamente o no, como fue el caso que nos ocupa.
El Caso Vallecas pasó a la categoría de mítico por el informe forense que detallaba específicamente que el óbito de Estefanía había sido «muerte súbita y sospechosa». Y cuando no se es claro y conciso, se da pie a múltiples interpretaciones.
Los hechos del caso
Es, hasta cierto punto, difícil establecer una cronología porque, realmente, lo único que tenemos sólido fue que la policía actuó en la casa la madrugada del 27 de noviembre de 1992 y el informe forense con esa conclusión ambigua que mencionamos anteriormente. Voy a intentar relatar, con base a la documentación disponible, la cronología de los hechos:
- En el Colegio Aragón, sito en Vallecas, Estefanía Gutiérrez junto a unas amigas, realizó una sesión de ouija en la que trataban de contactar con el novio de una de ellas, fallecido recientemente en un accidente de circulación. Corría el año 1991. La sesión fue interrumpida sin terminar.
- Con posterioridad la salud de Estefanía se fue resintiendo hasta el punto de tener que visitar el hospital en repetidas ocasiones, sin encontrar una causa clara al efecto.
- La muchacha, en sus momentos de lucidez, aseguraba tener visiones de gente en torno a sí. La madre de la víctima, Concepción Lázaro, asociaba estas visiones a su padre, fallecido anteriormente.
- En el mes de agosto de 1991, Estefanía sufrió un ataque que la llevó a tener que ser ingresada en el hospital Gregorio Marañón donde fallecería, desgraciadamente.
- A partir del año siguiente, en 1992, comienzan a sucederse, según el relato familiar, hechos difícilmente explicables, que motivan la famosa llamada a la policía y el informe de la denuncia del caso del inspector jefe Jose Pedro Negri y tres agentes de policía.
- Entre los sucesos recogidos por el cuarteto de agentes se encuentran: muebles que se abrían y cerraban solos, ruidos inexplicables en la terraza, un Cristo separado de su cruz y una mancha marrón en la mesa. Los policías no supieron dar ninguna explicación racional a estos hechos.
- Finalmente parece ser que los sucesos han ido remitiendo por si mismos con el paso del tiempo.
Recorrido a lo largo de los años
Sin duda, como acaban de leer en el párrafo anterior, se trata de unos hechos que se suceden en relativo poco tiempo: en poco más de un año, entre el fallecimiento de la joven y la actuación policial, transcurren 15 meses. Sin embargo, el hecho de ser un caso tan mediático ha jugado, evidentemente, en su contra. A lo largo de los años hemos visto, en primer lugar, una sucesión de personajes (no se les puede llamar de otra manera) cuya única finalidad era sacar dinero y notoriedad del asunto, sin ninguna voluntad de ayuda. Por otra parte, y esto ha sido en los últimos años, parece que ciertas rencillas familiares han arrojado algo de luz (o de sombra) sobre el caso.
Después, entre mediados de la década de los noventa y principios del siglo XXI el caso sufrió un apagón mediático. Apagón que coincidió con la ausencia de nuevos sucesos en la casa, por otra parte. Finalmente, el programa que motivó la creación de esta página, Milenio 3, rescató el caso para su segundo programa, dotándole nuevamente de relevancia.
Hasta el día de hoy, solo una entrevista, que expondré en el últimopárrafo, arroja nuevas informaciones sobre el caso. Un caso mítico que, por desgracia, le costó la vida a una joven. Un caso que nos puede servir para aumentar nuestro conocimiento no solo en sucesos paranormales; también en los hechos que acaecen en torno a uno de los mayores misterios: nuestra propia mente.
El informe policial de la noche de autos
«A las 2:40 horas, por el Canal 7 de H-50 llama el Z-2 y manifiesta, una vez que se ha entrevistado con la familia y observado el interior de la casa, según comunica, que se le ha puesto el vello de punta. Que estando sentados en compañía de toda la familia, pudieron oír y observar como la puerta de un armario perfectamente cerrado, hecho que comprobaron después, se abrió de forma súbita y totalmente antinatural.
Momentos después pudieron percatarse y observar como en la mesita que sostenía el teléfono, y concretamente en un mantelito, apareció una mancha de color marrón consistente, que el Z-2 identifica como babas. Que en el recorrido que hicieron por diversas habitaciones de la casa, observaron como al fenómeno al que estamos haciendo referencia había dado la vuelta a un crucifijo de madera, arrancándole el Cristo adherido.»
¿Cómo está el caso Vallecas hoy en día? Mi percepción
Vaya por delante que desde Club Milenario no estamos por la labor de valorar si el Caso Vallecas es cierto o deja de serlo. Pero sí que es verdad que hay muchos indicios que apuntan a que no es oro todo lo que reluce.
La entrevista que el periodista David Cuevas realiza a los dos hermanos de la familia para el diario El Mundo, aún siendo testimonio de parte, es bastante esclarecedora de como algunos procesos mentales pueden desencadenar «ver lo que no existe»; los inescrutables caminos de la mente suelen ser así. Una madre destrozada por el fallecimiento de su hija, una familia manipulada por un desaprensivo que, por desgracia, aparece en demasiados casos de la época y siempre con fines oscuros.
A día de hoy no hay constancia de que haya reportes sobre la casa del Caso Vallecas, por lo que es un caso que se puede dar por cerrado, no así explicado. Al menos no al cien por cien. Sin embargo, como valoración personal, el Caso nos arroja unas cuantas lecturas en varios sentidos, tanto positivas como negativas.
El Caso Vallecas nos lega para los anales del misterio bastantes claves de como se debe investigar un suceso. Viniendo como viene de una época bastante oscura en cuanto al «misterio mediático» se refiere nos ofrece bastantes pistas de como no se debe realizar la investigación de un caso pretendidamente paranormal. Por fortuna, la situación actual ha cambiado bastante; los actuales investigadores siguen unos procesos más meticulosos y donde el fraude, aún aceptando una mínima parte, es más difícil de colar.