Normalmente, cuando estudiamos la Historia de la humanidad, no somos conscientes del efecto que el paso del tiempo tiene sobre los eventos suscitados. Tendemos a estudiarlo todo como en una nenia; una sinfonía de hechos, situaciones y lugares sucedidos con orden de continuidad, pero sobre los que no somos conscientes de como el tiempo, realmente, les afecta. Pasamos de la caída del Imperio Romano a la Revolución Industrial en minutos, sin pararnos a pensar que más de un milenio separan ambos hechos. Y es que el paso del tiempo es infranqueable; pasa y no somos conscientes de ello. Como muestra de ello es el hecho del que vamos a hablar hoy, sucedido hace algo más de 40 años… y si miráis como era el mundo parece, casi, otro planeta. Hace algo más de 40 años que un vuelo español llegó por primera vez en la Historia a China. Hace algo más de 40 años que un hubo un OVNI con el Rey de España.
Y es que el mundo era un lugar totalmente diferente. Había dos bloques muy diferentes y enfrentados; un tercer grupo de países que luchaban por su supervivencia sin pertenecer a ningún bando y tambores de guerra acosaban, cíclicamente, con destruir la faz de la tierra en un instante. Y en esas que España, muerto el dictador, se avenía a un cambio estructural y de paradigma. Uno de estos pasos, acercarse a un gigante que, tras el maoísmo, estaba dispuesto a despertarse.
40 años, una vida
Y es que hace 40 años algo que hoy es tan habitual como es comprar algo en algún market online chino, no solo es que no hubiera una tecnología que permitiese. Es que China andaba aún en una cerrazón ante el mundo que, por esas fechas, empezaría a tocar a su fin. Hace tan solo 40 años. ¿Os lo podéis imaginar?
Pues fue por ese entonces, con una aún no muy asentada democracia, cuando el Rey de España de ese momento, Juan Carlos I, la Reina Sofía, el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja Aguirre, el Subsecretario de Estado de Comercio, Carlos Bustelo y García del Real, junto a un nutridísimo grupo de periodistas, se embarcaban rumbo a China, previa escala en Teherán, para de esa manera, establecer relaciones comerciales entre ambos países.
Y fue, precisamente, en el vuelo de ida, tras salir de Teherán y sobrevolar la frontera con China donde tuvo lugar el avistamiento; del que fueron testigos ilustrísimos periodistas como Pilar Cernuda, Jaime Peñafiel o Iñaki Gabilondo.
Se hizo de día en mitad de la noche
Estando el avión en situación de espera, sobrevolando la frontera china hasta que las autoridades del país asiático dieran permiso para sobrevolar su espacio aéreo, mientras periodistas, tripulación y el resto de pasajeros de este primer avión hacían pasar las horas de diversas maneras tuvo lugar el extraño suceso. Apareció entonces, por la izquierda del aparato, un potentísimo haz de luz que convirtió «la noche en día» según los testigos presenciales. Durante el tiempo que duró la observación se intentó conjeturar acerca de qué podría ser, llegando a inquirir, incluso, parte del pasaje, al comandante de vuelo, reconociendo éste que dicho objeto no aparecía en su radar.
Como veremos posteriormente, en los testimonios, coinciden prácticamente en todo. Y son dos voces de mucho peso en el último medio siglo del periodismo español.
Del caso en sí, poco más podemos comentar. No hay mucha más información al respecto que la ofrecida por estos dos testigos y que trato de poner en orden en este artículo. Es algo comprensible esta cerrazón, ya de por sí habitual en el tema OVNI, máxime si se trata de un OVNI con el Rey de España. No debe ser plato de buen gusto para el servicio de seguridad del monarca que un objeto no identificado se acerque a tan poca distancia, con el riesgo de seguridad que puede llevar aparejado.
Testimonios de alto valor. Periodistas de altísimo prestigio
Porque no cualquier periodista está autorizado a hacer ese viaje de altísimo calado y de altísimo interés comercial para un país como España; más aún para la España de 1978. Es por eso que, además de los técnicos y cámaras de la única cadena de televisión de por aquel entonces, acompañaban a Sus Majestades periodistas de la talla de J.J. Benítez, Pilar Cernuda, Jaime Peñafiel o Iñaki Gabilondo. Todos ellos fueron testigos del incidente. Absolutamente todos ellos han reconocido lo que vieron. Todos ellos reafirman su desconocimiento acerca de qué era o dejaba de ser. Y de tres de ellos tenemos un testimonio de altísimo valor.
Testimonios a través de los cuales tenemos que reconstruir este caso; de difícil reconstrucción por su tipología. Porque que haya un OVNI con el Rey fue, es y será siempre materia reservada.
Testigo de excepción: Iñaki Gabilondo
El genial periodista vasco fue uno de los interpelados a comentar su experiencia y, aunque lo había hecho ya con anterioridad, fue vox populi en el primer programa de Milenio 3 (Ovnis y Pilotos). En dicho programa comenta su experiencia en este incidente.
«Era como el redondo aro de luz de una linterna»
Mientras volaban, como relatamos anteriormente, el periodista atisbó una luz en el ventanal del avión. En primera instancia pensó que era el reflejo de una de las luces del avión que iluminaban la cabina donde estaba el pasaje. Sin embargo, con el pasar de los minutos (hasta 20, según declaró el periodista), la luz se fue haciendo cada vez más grande. Sin embargo, su fulgor era tan grande que fue imposible ver que había detrás de la luz en cuestión.
Cuando el avistamiento terminó, inquirió al comandante por el suceso, el cual no supo darle ninguna explicación a lo sucedido.
Jaime Peñafiel, también testigo
Periodista de larga trayectoria, siempre cercano a la Casa Real, también iba en aquel primer vuelo con rumbo China y, también, fue testigo de lo insólito. Peñafiel, abiertamente escéptico con respecto al tema OVNI, tampoco encontró explicación a lo sucedido. Según su testimonio, aportado en el programa Cuarto Milenio, debía de tratarse de algún aparato de origen soviético que, en cuanto identificó al avión, volvió rumbo a su base.
«Según el comandante, la luz venía en rumbo de colisión»
También declaró que cuando habló con el piloto, igual que hizo Iñaki Gabilondo, no le supo responder a lo que habían visto, indicándole simplemente que dicho aparato no le aparecía en el radar. Según el periodista, dada la velocidad a la que se acercaba al avión en rumbo de colisión, debía ir al menos a 9.000 km/h (!).
Pilar Cernuda, también presente
La histórica periodista también viajaba en aquel avión; en algunas ocasiones también ha reconocido haber visto algo. No obstante, a pesar de su profunda creencia en el fenómeno, sus apariciones hablando de este particular han sido escasas. En una de las pocas, en Onda Cero, recuerda que el comandante avisó por megafonía del avión de la presencia del aparato y que pudieron observar que iba en rumbo de colisión.
Pocas declaraciones ha hecho más, al menos en abierto, acerca de este apasionante tema.
¿Hubo un OVNI con el Rey? ¿Qué vieron?
Una vez más los documentos son escasísimos, los testimonios parcos en palabras y detalles y, en este caso particular, la dificultad de acceso a documentación, grabaciones o conversaciones de cabina en forma de audio, totalmente absoluta. Es seguro que con estos testigos de tal alta credibilidad podamos estar seguros al cien por cien de que algo, un objeto, un aparato soviético o lo que fuese acompañó durante un trecho antes de la entrada del avión en el espacio aéreo chino.
Si bien es cierto que, técnicamente, nunca hubo un OVNI con el Rey (puesto que este iba en un vuelo que venía un par de horas por detrás), si que es cierto que por hacer el caso más reconocible ha pasado al archivo akásico así. Y, como ya he dicho varias veces, la particular característica de este hecho hace que el acceso a documentos oficiales sea imposible y que lo único que ha podido llegar hasta nuestros días son los testimonios de los periodistas.
En mi opinión personal, cabe cualquier hipótesis. Lo que sí es cierto es que algún tipo de guía tendría que llevar esa luz, sea de origen natural o artificial. Y que en una época de tantísimas tensiones, no solo globales sino también regionales (con China pasando de un maoísmo todopoderoso a La Banda de Los 4) entre el gigante asiático y la URSS quizá sea más plausible la hipótesis de que algún tipo de aparato de seguimiento hizo una aproximación no autorizada. Racionalizando el caso y llevándolo a lo más frío y cerebral diría que, casi con total probabilidad, haya sido algo de este estilo.
No obstante, el romántico corazón siempre quiere ver que más allá de la luz hay algo desconocido. Algo que en nuestro inefable afán por conocer y saber, queremos descubrir. Y quizá algún día lo descubramos. Y lo que es indudable es que hubo un OVNI con el Rey, en la definición más semántica de la palabra OVNI que existe.
Fuentes
Primera visita oficial de los Reyes a China. El País